viernes, 26 de marzo de 2010

El rock londinense y la roña correspondiente


Título alocado el de hoy, pero como siempre tiene su explicación...

Capítulo 1: El rock está ahí

Para comenzar esta narración debemos remontarnos al sábado pasado, casi una semana, cuando tras casi un mes y medio en estas tierras al fin quedé con un buen amigo medio peruano, medio gato y podria decir casi cuarto y mitad londinense.
El mundo es un pañuelo (no por la mierda que rebosa en cada esquina), ya que conocí a este personaje en mi anterior visita express a la isla el pasado Septiembre.
Vine para asistir a una Master Class (conferencia en castellano viejo) a la escuela de cine de Londres, y en el descanso para comer escuché castellano parlantes, obviamente me acerqué a hablar con ellos y allí estaba el amigo en cuestión.
Tras unos meses sin mantener contacto, me encontró en la más famosa de las redes sociales (si, sirven a veces para algo más que plantar tomates virtuales) debido a que apareció un artículo sobre un corto en el que hice el sonido en la revista SAE mundial.
Primera coincidencia: encontrarnos casualmente en un artículo.
Segunda coincidencia: él estudió en SAE Madrid, justo en la misma época en que lo hacía un conocido mío (digo conocido porque es lo máximo a lo que puede aspirar esa persona, simple cortesía, ya me entendeis)
Tercera coincidencia: hizo un curso de radio en una ciudad al sur de Madrid en el que conoció a otro buen amigo, de esos que tocan las cuatro cuerdas.
En fin, todos estamos conectados de una forma u otra, aunque no me enorgullece estarlo a según qué personas.

Lo que el sábado en cuestión prometía eran unas pintas por la tarde para ponernos al día de nuestras vidas e informarme de la vida en estos lares (él lleva 3 años), acabó siendo una noche memorable.
Tras la segunda pinta me informó qué él tenía ganas de fiesta, pues ya eramos dos, y como tres no son multitud en este caso (ni en otros que no voy a detallar, por si luego me califican el blog para mayores de 18), llamamos al amigo somoserrense que se apunta a un bombardeo.
Ya que estábamos en la otra punta de la city, entramos al bar de rock más cercano para hacer tiempo y calmar nuestra galopante sed.
Brixton, ese es el barrio del sur londinense en el que nos encontrábamos, algo alejado del centro pero muy recomendable para salir.
No recuerdo el nombre del bar, pero creo que recuerdo como ir y estoy seguro de que volveré.
Pequeño, algo oscuro, con un escenario (pequeño tambien, es fisicamente imposible hacerlo mayor) pero con un ambiente buenisimo.
Pintas baratas (dentro de lo que es Londres) y conciertos todos los días, nosotros vimos dos grupos, aunque tocában tres más luego.
Por lo que me dijo el compañero, depende del día te pueden tocar bandas acústicas, de electro jazz o cualquier estilo, pero tuvimos suerte y vimos dos grupos de hardcore mezclado con indie y algo de rock inglés, geniales sin duda.
Aqui el nivel underground está alto, ¡pero eso nos beneficia a los asistentes!

Tras recibir la llamada del tercero en discordia fuimos a buscarle, previo paso por el Mc...(benditas hamburguesas a 1 pound, que bien pegan con la ebriedad) y marchamos a otro local, con música rock e indie, que abría hasta tarde.
Omitiré este periodo ya que se resume en pinta tras pinta y al acabar otra más.
Aunque últimamente parezca que me he abandonado a las garras del alcohol no es cierto (del todo al menos), las semanas se hacen duras buscando trabajo, pateando la ciudad sin rumbo con el único objetivo de perder otro curriculum más a manos de algún manager.
Al llegar el fin de semana, lo que apetece es una noche de no pensar, solo disfrutar de la vida nocturna, que aquí no falta.
Para acabar he de decir que la vuelta fue un show en sí misma.
Tras una hora esperando a un autobús que nos llevara a algún lado conocido en un barrio nuevo y a altas horas de la madrugada, conseguimos coger uno.
Este podría denominarse el "spanish bus" ya que el piso de arriba era patrio casi por completo, ¡había más fiesta en ese reducido espacio que en el barrio al completo!.

Una noche que empezó bien y mejoró exponencialmente hasta su cúlmen a la vuelta, quizá fuera la necesidad de rock que sentía o quizá la buena compañía, pero yo apostaría por la mezcla de ambas.

Capítulo 2: La zaburda ya no lo es tanto

Mientras escribo, mis señores padres estará cogiendo sus maletas en Luton, a escasas 30 millas de mi zaburda.
Como ya he explicado antes, esta es mi zaburda, pero no deja de ser un piso/casa de estudiantes masculinos, con todo lo que ello conlleva.
Si me preguntarán por el punto fuerte del piso/casa, dudaría entre la localización céntrica o la buena compañía, pero no incuiría en esa lista la limpieza, seguro.
Por ello esta tarde ha tocado limpieza general, aprovechando que la casa estaba sola he podido arremangarme, poner la música alta y aspirar los vapores de los productos de limpieza.
Hay que partir de la base de que los ingleses tienen una extraña manía de poner moqueta en todos lados, cualquier día se arrancan con los parques y adios al césped.
Los conceptos escoba y fregona son desconocidos para ellos, curioso para una nación colonialista que podría haber importado algo más que expolios de ruinas.
Lo único que se puede usar es la aspiradora, así que con ella he empezado por las partes sencillas y asequibles: la escalera y mi habitación.
Feliz me hallaba yo de lo poco que había tardado hasta que he recordado la cocina/sala de estar/lugar de reunión/zona de fumadores (si, todo reducido a menos de 10 metros cuadrados).
Eso es la fiesta de la mugre, había platos a los que se puede llamar de usted y recibir una contestación en arameo, vasos que tras fregar y fregar he decidido mentalizarme de que son de cristal mate, e incluso un vaso verde que debo recordar no beber nunca de él mientras no quiera criar hongos.
Imaginad un vaso usado para dejar las bolsas de té usadas (sí, muy inglés pero su olor me sigue recordando a cuando estoy enfermo), esas bolsas podría ser catalogadas como arma y si los científicos estudiaran su composición descubrirían que el diamante no es el componente más duro, es el té curado.

Tras un par de horas de limpieza, parece una zaburda aceptablemente limpia, pero con que aguante hasta la visita paterna/materna me vale, que tampoco hay que abusar.

Capítulo 3: Despedida y cierre

Entrada larga la de hoy, lo sé, pero es un día para celebrar.
El blog ha pasado de las 2000 visitas, y eso es un triunfo para mí.
Descubrir que sigo soltando mis parrafadas, mis preocupaciones y que aún tengais ganas de leerme me emociona.
Podrían pasarme 2000 cosas, podría escribir 2000 entradas más, podría molestar a 2000 personas más (o molestarse ellos mismos), pero sin vuestras 2000 visitas esto no sería nada.

2000 gracias, perdon, millones de gracias por apoyarme para seguir este proyecto.
Gracias a vosotr@s estar tan lejos no importa porque me haceis sentir allí, en cada pantalla de vuestr@s ordenadores (Mac espero, recordad Windows=caca).
Por todo ello y por lo que queda por venir GRACIAS.

Foto: Primrose hill al atardecer
Sonando: Absent are the saints (36 crazyfists)

3 comentarios:

  1. Parece mentira que estando tan lejos encontraras a alguien conocido practicamente de casualidad.. Nunca vienen mal dias como los que relatas (bebiendo y charlando trankilamente) Por cierto... que apañaete... Ya haces de porno chacha y todo!! Jajajajaja... Gracias a ti por seguir narrando tus experiencias en tierras londinenses.. Gracias porque al igual que nosotros hacemos el "esfuerzo" de leerte (mentira, es un placer saber como te encuentras por alli..), tu haces el esfuerzo de escribir las experiencias que vas teniendo por alla... Ya nos contaras la opinion de tus parents sobre la zaburda. Un abrazo!!

    P.D: Comentario realizado bajo el S.O.Windows XP Professional.... (Jo, no es tan caca... XD )

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  2. Me alegro de que sigas bien. Buen barrio Brixton, allí estuve viendo a Barricada y hay buenos garitos.
    Sigue informando.
    P.D. Yo soy de Güindous, sorry.

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  3. jajaja Javier que vas a acabar peor que Jack Lemond en Días de vino y rosas!! Nada nada, a seguir disfrutando de la noche londinense y tanto mejor si es en buena compañía.

    Espero que tus padres encuentren la zaburda en condiciones y no te quieran traer de vuelta temiendo por tu vida! Y que pases unos buenos días con ellos, que seguro que os vendrá bien a los tres. Date paciencia con el curro que ya sabes cómo está el tema.

    Yo por cierto el jueves tuve la famosa entrevista (sí, dos meses después). No fue entrevista - entrevista, sino más bien un "esto es lo que hay". El problema es que se pensaban que yo aún estudiaba y querían hacerme contrato de prácticas, pero me han dicho que tampoco era del todo necesario. Después de Semana Santa me llamarán, ya te contaré.

    Es un gusto leerte tío. Un abrazo!!

    P.D.: http://www.youtube.com/watch?v=wqcizZebcaU :P

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