lunes, 21 de junio de 2010

Sin mirar atras


Y aunque lo intente, es casi imposible no mirar atrás en ciertos momentos, especialmente en días como estos, tras un fin de semana que podría haber sido muy especial y, cosas del destino, lo ha sido por motivos completamente diferentes.

El proyecto que con tanta ilusión empezamos hace años, ese que tanto trabajo, disgustos, pero sobre todo alegrías nos ha dado se ha convertido en el gérmen del mal rollo, la desconfianza ( entre los que me incluyo y me disculpo) y la autosatisfacción del ego en su grado máximo.
Sinceramente me produce una sensación de pena el ver como somos capaces de dejar de lado la base del mismo por motivos que sinceramente desconozco, y casi lo prefiero ya que no quiero entrar en ese juego.

Citando la película Cube “¿En qué nos hemos convertido?”.

La semana ha sido dura, mucho trabajo debido en gran parte a que el Sábado se celebró en Laggan una multitudinaria boda, por lo que el hotel estaba lleno de la jet set bohemia de Londres.

La boda en sí, hasta donde he sido capaz de enterarme, era entre un aristócrata ( forma bonita de decir pijo) de la capital inglesa y la hija del dueño del Loch Laggan ( el mayor lago de la zona), y creo que princesa de Kent o algo así, esto no puedo asegurarlo ya que sinceramente, estaba más centrado en sus múltiples exigencias que en el concepto de su visita.

Como mis asiduos lectores sabiais, estaba programado el rodaje de un corto en Sicilia para estas fechas.

Cosas del mundo del cine ( problemas de presupuestos en gran parte) han hecho que no sea posible esta vez, aún así me encargaré de la post producción que también me ilusiona bastante.

Ya vendrán más, las oportunidades llegan cuando uno menos se lo espera como ya he podido comprobar.

Y sin salir del mundo del cine, he de decir que esta semana por fin he acabado la post producción de otro corto, de un director catalán, que comenzará su andanza por festivales para después del verano, poco a poco voy metiendo la cabeza, ya veremos a donde me lleva.

Y este hecho me lleva al primer capítulo de hoy, tras esta larga introducción.


Capítulo 1: Newtonmore, Kingussie y tiro porque me toca.



Ya sabeis que la conexión a la red de redes en la ya famosa lavandería no es lo que digamos banda ancha…

Debido a esto y dado que acababa de recibir los archivos finales del corto el miércoles, decidí ir a algun pueblo grande para bajarlos más rapidamente ( en la lavandería marcaba cerca de 3 horas).

La opción de Dalwhinnie estaba ahí, pero el Puerto de montaña no me apetecía en exceso así que decidí probar en Newtonmore, otro pueblo mayor que Laggan a “solo” 8 millas, aparte de que la carretera parecía más asequible.

Y aquí viene el primer fallo del día: preguntar.

Cosa que suele ser una opción más que digna cuando te encuentrar en tierras extrañas, pero que esta vez me jugó una mala pasada.

Cuando fuí a la tienda a tomar provisiones para el viaje aproveché a preguntar al dueño como ir a dicho pueblo.

Me dijo que había un camino más corto que la carretera principal, siguiendo una comarcal que me llevaría directo al cibercafé de Newtonmore.

Y lo peor de todo es que le hice caso…

Efectivamente era más corto ( una milla menos) pero requería cruzar otro Puerto, con vistas muy bonitas eso sí, y justamente el día de más calor que recuerdo desde que llegué a UK.

Nota mental: nunca más hacer caso al viejuno de la tienda.


Con todo esto conseguí llegar al café y cual fue mi sorpresa al descubrir que la conexión era incluso peor que la de la lavandería, un placer.

Ya que estaba ahí decidí tomar un carril bici que va junto a la carretera y continuar al siguiente pueblo: Kingussie.

Este es bastante más grande ( tiene instituto, banco y supermercado) y por suerte se encuentra a solo 4 millas, bastante llanas.

El cibercafé de allí si lo era, rápido y barato, justo lo que buscaba.

La vuelta sobra decir que la hice por la carretera normal, un Puerto al día es suficiente.



Capítulo 2: Welcome Scotish parties


La temporada de la Russian parties acabó, en Septiembre estoy seguro que volverán, pero eso no quiere decir que este verano no toque un poco de marcha.
Las Scotish parties han empezado de la misma manera que las Russian, inesperadamente, quizá esta sea la forma de hacer las cosas en esta isla.

Tras una dura semana, por motivos antes mencionados, llegó el sábado y con él, la primera noche tranquila…o eso creía.
Sobre las 5 llegó la juventud local consistente en 8 chicos y chicas de entre 20 y 25 años, TODA la juventud de la zona.
Venían a celebrar un cumpleaños así que tras una cena temprana se arrancaron con la pintas y los copazos y con ellos las ganas de hablar con el barman, yo encantado.
Al terminar mi turno ( a las 9) se empeñaron en convidarme a una pinta, y yo que soy debil acepté, estaba cansado pero siempre tengo una reserva de fuerzas para un poco de marcha.
Como era de esperar no fue una pinta, si no unas cuantas, se veia venir dado su grado de ebriedad y mis ganas de socializar.
Cuando cerró el pub ya me disponía a despedirme para volver a la caravasa ya que el Domingo tocaba trabajar again, pero una vez más se empeñaron en que siguiera la fiesta con ellos.
Y una vez más la debilidad pudo conmigo y acepté ( la debilidad y la presencia de un par de mozas de buen ver, para que engañarnos).


Con todo esto llegó la situación surrealista de la noche, de verdad que no llegaré a comprender a la gente de esta isla.

Fuimos a la casa de uno de ellos ( realmente de dos, ya que son hermanos) a continuar bebiendo en el salon un cóctel extraño a la par que sabroso: Tequila sunrise, no se qué llevaba pero hacía efecto, me vale.

Llegados a este punto hay que decir que uno de ellos se encontraba bastante perjudicado, sentado en el sofa con un cubo al lado y de un color más pajizo aún que el normal para un ingles, lo que en Castilla llamaríamos “un trapo”.

A todo esto hay un momento en que el padre de los hermanos y dueño de la casa baja las escaleras y tan tranquilamente se prepara un té y se dispone a conversar con el trapo, haciendo incluso bromas.

Lo extraño de todo esto es que la gente de ahí veía la situación completamente normal, el padre ofreciéndonos más bebida si queríamos, un trapo con un cubo a medio llenar… y todos tan tranquilos siguiendo las conversaciones.

No, no llegaré a entenderles, pero intentaré adaptarme.

Extraño también el volver a las 3 y 30 casi de día, cosas de la latitud.


En definitiva una muy buena noche que sé que se repetirá en próximas semanas, parece que esta gente es dada a ello: Welcome Scotish parties!.


Foto 1: El autor en la orilla del rio Spey.

Foto 2: Entrada al monumento que indica el punto más lejano al mar de toda Escocia.

Foto 3: Lago entre Newtonmore y Laggan.

Sonando: Horizontes de libertad ( Disidencia)

3 comentarios:

  1. jajajja mola el rollo de las fiestas escocesas XD

    ResponderEliminar
  2. Javiiiiiiii
    Joder, llevaba un buen tiempo sin leerte, desde que te fuistes para tierras escocesas.
    He estado y estoy liado con el curro y los exámenes.
    Leyéndote veo que te va todo muy bien, se te ve contento al menos, que al fin y al cabo es lo más importante.
    Dime donde puedo escribirte más a menudo para hablar más tranquilamente, si al tuenti o a un mail o donde me digas.

    Se te echa mucho de menos amigo, pero me alegra mucho de veras verte bien.
    Un abrazo de esos grandes grandes.
    Eres un gran tío.

    Cuídate.

    Manu alias "McTettis" o "Zarrias"

    ResponderEliminar
  3. Q bien te veo!!! Se te echa de menos por aki, pero sabiendo q estás disfrutando por esos lares aguantaremos con buena gana la vuelta...si la hay!!!... aunq tardes la habrá!!

    So out there!! marching a beer!!

    hablamos!!

    ResponderEliminar