martes, 29 de junio de 2010

Torres mas altas han caido y caeran


Hoy he comprendido algo muy valioso, algo que quizá sea una de las cosas más importantes que esta estancia me ha dado y todo se lo debo al señor Creag Ruadh.


Y como si la naturaleza me diera un aviso, así fue la ascensión a este “ picacho”.

Hace algo más de una semana, aprovechando una tarde libre emprendí la subida a la cumbre de este monte que se encuentra justo enfrente del hotel donde trabajo y vivo.

Al no encontrar ningún camino claramente marcado opté por la decisión menos lógica. Saltar una valla y trazar una linea más o menos recta campo a través, entre las ovejas allí presentes que huían en cuanto me acercaba.

De esta manera conseguí llegar a la primera loma sin demasiada dificultad.

Para llegar a la segunda solo encontré una pared de unos 60º ( así a ojo) de piedras y arbustos que, esta vez con algo más de sufrimiento y peligro, escalé hasta el siguiente llano.

Ahí encontré una meseta de turba y a lo lejos el ultimo pico.

Decidí no correr el riesgo y darme la vuelta, ya que también era algo tarde y el cielo no estaba excesivamente claro.


Pero el recibir la fucking carta ha cambiado algo en mi mente, tras superar la decepción inicial solo una cosa rondaba mi cabeza: hacer cumbre.

Algo que me ha hecho volver a intentar la ascensión, esta vez con el convencimiento de llegar hasta el final, fuera como fuese.

Hoy Lunes el cielo no estaba claro tampoco, es más, las posibilidades de tormenta eran probables, pero no me ha importado ya que solo yo sabia lo que tenía que hacer, y el momento es ahora.

Así he repetido la ruta hasta el punto en el cual retorné la última vez, he agarrado una vara relativamente resistente ( o eso creía) y con algún que otro susto he conseguido cruzar la meseta de turba ( sin la vara y comprobando cada paso me habría hundido hasta la cintura).

En ese momento el riesgo no me ha importado, pero al volver he visto una oveja casi hundida que llevaría muerta unos días, suerte que yo llevaba mi vara.

Ya solo quedaba la última parte, de la cual me separaba una valla metálica de unos 2 metros de altura.

Tras valorar distintas opciones he decidido seguirla y buscar un punto de paso, con la suerte de encontrar una puerta que podía escalar y saltar.
Con el ultimo esfuerzo he llegado a lo alto, donde un monumento recuerda a los antiguos dueños de estas tierras ( data de 1850), dado que desde este pico podían ver toda la extensión de las mismas.

La vista de todo el valle del río Spey merece la pena, sin duda, y más aún con la desaparición de las nubes que amenazaban lluvia y la aparición de un viento considerable.


He de decir que varias veces por semana pasan aviones de combate ( cazas) haciendo practicas de vuelo rasante por el valle, algo que provoca un ruido ensordecedor.
A los pocos minutos de hacer cumbre, uno de esos cazas ha pasado junto a la colina, a menos altura que yo, vista bonita si no supiera para qué usan esos aviones…


Y ya saliendo del modo escalador, sentado en la cima he descubierto por qué debía subir allí: mi mente había creado una analogía de mi futuro con esta montaña.
No se como, pero solo entonces lo he entendido.

La primera vez que intente subir el Creag no pude, sin embargo la segunda, corriendo algunos riesgos y buscando otros caminos sí lo he conseguido.

Aunque un camino se cierre, siempre hay otro, lo complicado es

encontrarlo pero cruzando “campo a través”, apartándome de los caminos prefijados he conseguido hacer cima, llegar a dónde quería.



Quizá sea casualidad, quizá mi subconsciente haciéndome ver con una mayor perspectiva, no lo sé, pero tomo nota.


Foto 1: El ultimo superviviente en los riscos de la cima ( momento ventolera)

Foto 2: Pre- meseta de turba, fin del primer intento
Foto 3:
Vista Nordeste del valle del Spey

Foto 4: Vista Oeste con el Loch Laggan al fondo
Sonando: I´ll Go Until My Heart Stops ( 36 Crazyfists)

miércoles, 23 de junio de 2010

Jugarselo todo a una carta es lo que tiene


Como ya sabéis suelo actualizar esto una vez por semana, normalmente los lunes, pero esta vez necesitaba escribir y desahogarme.
Hoy he recibido una carta, algo que me ha llenado de ilusión y miedo a partes iguales ya que de esta carta dependía gran parte de mi futuro próximo y la totalidad del plan del que ya he hablado.
Han sido cerca de 10 minutos con la carta en mis manos sin atreverme a abrirla, hasta que lo he hecho y con ello mis temores se han confirmado: el plan acabó en plan, sin el desenlace que yo esperaba.
Ya es hora de explicar el misterio ya que ya no hay nada que hacer al respecto.

Hace algo más de dos meses presenté la pre inscripción para un prestigioso Master londinense en Sound Design para cine.
Digo prestigioso ya que hay muy pocos de características similares en Europa ( Moscú y Varsovia que yo conozca) y solo hay 8 plazas al año.
Este Master me hubiera tenido 2 años y medio en la city pero ya no ( no digo que vaya a estar más o menos tiempo, solo que ya no será por los mismos motivos).
Es difícil saber qué criterio de selección siguen ya que ni ellos mismos lo dicen, sólo que tienen que "ver algo" en el aspirante ( cual Gran Hermano).
No voy a decir que me de igual ya que no estaría siendo sincero conmigo mismo.
Esto me ha trastornado todos los planes que tenía para los próximos años, y eso es algo de lo que tardaré unos días o semanas en recuperarme.
Pero bueno, al fin y al cabo me exponía a esto al jugármelo todo a una sola carta.
No era un as, ni siquiera un rey pero sigo pensando que sin riesgo no se avanza.

Ahora mismo mi cabeza es un mar de dudas pero hay una cosa que sí tengo clara: esto no va a poder conmigo.
Llega el momento de reanalizar el camino, sé donde quiero ir solo que esta vía no esta disponible.
Pero para empezar a valorar lo que quiero hacer, el siguiente paso, no me veo con fuerzas de contemplar todas las opciones posibles sin antes descartar alguna.
  • Volver es la primera que descarto por completo. No quiero repetir el error de sentarme a esperar a que la sensación de inutilidad se apodere de mí por completo, no otra vez.
Por consiguiente el camino que debo y quiero seguir es continuar buscando mi lugar, mi respuesta.
Quizá seguir buscando Master de lo que quiero hacer, aunque aún no los haya encontrado puede que exista alguno más.
Quizá mejorar mi porta folio con nuevos trabajos y volver a intentar el plan el año que viene.
Quizá volver a Londres y usar el colchón económico que este verano me esta proporcionando para mantenerme mientras busco un hueco en el mundo del cine inglés.

Demasiados "quizá" y muy pocas cosas claras, aunque "quizá" sean las justas.

Foto: Carretera cerrada, toca buscar otra ( General Wade´s military road, a 10 millas de Laggan) Sonando: Con qué fin ( Disidencia)

lunes, 21 de junio de 2010

Sin mirar atras


Y aunque lo intente, es casi imposible no mirar atrás en ciertos momentos, especialmente en días como estos, tras un fin de semana que podría haber sido muy especial y, cosas del destino, lo ha sido por motivos completamente diferentes.

El proyecto que con tanta ilusión empezamos hace años, ese que tanto trabajo, disgustos, pero sobre todo alegrías nos ha dado se ha convertido en el gérmen del mal rollo, la desconfianza ( entre los que me incluyo y me disculpo) y la autosatisfacción del ego en su grado máximo.
Sinceramente me produce una sensación de pena el ver como somos capaces de dejar de lado la base del mismo por motivos que sinceramente desconozco, y casi lo prefiero ya que no quiero entrar en ese juego.

Citando la película Cube “¿En qué nos hemos convertido?”.

La semana ha sido dura, mucho trabajo debido en gran parte a que el Sábado se celebró en Laggan una multitudinaria boda, por lo que el hotel estaba lleno de la jet set bohemia de Londres.

La boda en sí, hasta donde he sido capaz de enterarme, era entre un aristócrata ( forma bonita de decir pijo) de la capital inglesa y la hija del dueño del Loch Laggan ( el mayor lago de la zona), y creo que princesa de Kent o algo así, esto no puedo asegurarlo ya que sinceramente, estaba más centrado en sus múltiples exigencias que en el concepto de su visita.

Como mis asiduos lectores sabiais, estaba programado el rodaje de un corto en Sicilia para estas fechas.

Cosas del mundo del cine ( problemas de presupuestos en gran parte) han hecho que no sea posible esta vez, aún así me encargaré de la post producción que también me ilusiona bastante.

Ya vendrán más, las oportunidades llegan cuando uno menos se lo espera como ya he podido comprobar.

Y sin salir del mundo del cine, he de decir que esta semana por fin he acabado la post producción de otro corto, de un director catalán, que comenzará su andanza por festivales para después del verano, poco a poco voy metiendo la cabeza, ya veremos a donde me lleva.

Y este hecho me lleva al primer capítulo de hoy, tras esta larga introducción.


Capítulo 1: Newtonmore, Kingussie y tiro porque me toca.



Ya sabeis que la conexión a la red de redes en la ya famosa lavandería no es lo que digamos banda ancha…

Debido a esto y dado que acababa de recibir los archivos finales del corto el miércoles, decidí ir a algun pueblo grande para bajarlos más rapidamente ( en la lavandería marcaba cerca de 3 horas).

La opción de Dalwhinnie estaba ahí, pero el Puerto de montaña no me apetecía en exceso así que decidí probar en Newtonmore, otro pueblo mayor que Laggan a “solo” 8 millas, aparte de que la carretera parecía más asequible.

Y aquí viene el primer fallo del día: preguntar.

Cosa que suele ser una opción más que digna cuando te encuentrar en tierras extrañas, pero que esta vez me jugó una mala pasada.

Cuando fuí a la tienda a tomar provisiones para el viaje aproveché a preguntar al dueño como ir a dicho pueblo.

Me dijo que había un camino más corto que la carretera principal, siguiendo una comarcal que me llevaría directo al cibercafé de Newtonmore.

Y lo peor de todo es que le hice caso…

Efectivamente era más corto ( una milla menos) pero requería cruzar otro Puerto, con vistas muy bonitas eso sí, y justamente el día de más calor que recuerdo desde que llegué a UK.

Nota mental: nunca más hacer caso al viejuno de la tienda.


Con todo esto conseguí llegar al café y cual fue mi sorpresa al descubrir que la conexión era incluso peor que la de la lavandería, un placer.

Ya que estaba ahí decidí tomar un carril bici que va junto a la carretera y continuar al siguiente pueblo: Kingussie.

Este es bastante más grande ( tiene instituto, banco y supermercado) y por suerte se encuentra a solo 4 millas, bastante llanas.

El cibercafé de allí si lo era, rápido y barato, justo lo que buscaba.

La vuelta sobra decir que la hice por la carretera normal, un Puerto al día es suficiente.



Capítulo 2: Welcome Scotish parties


La temporada de la Russian parties acabó, en Septiembre estoy seguro que volverán, pero eso no quiere decir que este verano no toque un poco de marcha.
Las Scotish parties han empezado de la misma manera que las Russian, inesperadamente, quizá esta sea la forma de hacer las cosas en esta isla.

Tras una dura semana, por motivos antes mencionados, llegó el sábado y con él, la primera noche tranquila…o eso creía.
Sobre las 5 llegó la juventud local consistente en 8 chicos y chicas de entre 20 y 25 años, TODA la juventud de la zona.
Venían a celebrar un cumpleaños así que tras una cena temprana se arrancaron con la pintas y los copazos y con ellos las ganas de hablar con el barman, yo encantado.
Al terminar mi turno ( a las 9) se empeñaron en convidarme a una pinta, y yo que soy debil acepté, estaba cansado pero siempre tengo una reserva de fuerzas para un poco de marcha.
Como era de esperar no fue una pinta, si no unas cuantas, se veia venir dado su grado de ebriedad y mis ganas de socializar.
Cuando cerró el pub ya me disponía a despedirme para volver a la caravasa ya que el Domingo tocaba trabajar again, pero una vez más se empeñaron en que siguiera la fiesta con ellos.
Y una vez más la debilidad pudo conmigo y acepté ( la debilidad y la presencia de un par de mozas de buen ver, para que engañarnos).


Con todo esto llegó la situación surrealista de la noche, de verdad que no llegaré a comprender a la gente de esta isla.

Fuimos a la casa de uno de ellos ( realmente de dos, ya que son hermanos) a continuar bebiendo en el salon un cóctel extraño a la par que sabroso: Tequila sunrise, no se qué llevaba pero hacía efecto, me vale.

Llegados a este punto hay que decir que uno de ellos se encontraba bastante perjudicado, sentado en el sofa con un cubo al lado y de un color más pajizo aún que el normal para un ingles, lo que en Castilla llamaríamos “un trapo”.

A todo esto hay un momento en que el padre de los hermanos y dueño de la casa baja las escaleras y tan tranquilamente se prepara un té y se dispone a conversar con el trapo, haciendo incluso bromas.

Lo extraño de todo esto es que la gente de ahí veía la situación completamente normal, el padre ofreciéndonos más bebida si queríamos, un trapo con un cubo a medio llenar… y todos tan tranquilos siguiendo las conversaciones.

No, no llegaré a entenderles, pero intentaré adaptarme.

Extraño también el volver a las 3 y 30 casi de día, cosas de la latitud.


En definitiva una muy buena noche que sé que se repetirá en próximas semanas, parece que esta gente es dada a ello: Welcome Scotish parties!.


Foto 1: El autor en la orilla del rio Spey.

Foto 2: Entrada al monumento que indica el punto más lejano al mar de toda Escocia.

Foto 3: Lago entre Newtonmore y Laggan.

Sonando: Horizontes de libertad ( Disidencia)

lunes, 14 de junio de 2010

No solo de bar vive el hombre


Y aqui sigo, en tierras escocesas, cada día más a gusto que el anterior, puede que esto de cambiar sea mi sino, o simplemente que me adapto bien nunca lo sabré, o sí.

Ya he comenzado la vida del trabajador, abandonando la empresa que tan pocos beneficios me ha dado en los últimos meses, solo un sentimiento muy profundo de sentirme inutil, de desperdiciar cada minuto y lo peor de todo, un sentimiento que yo no podia cambiar.
Pero las cosas al igual que yo, cambian, por suerte.
No es un trabajo excesivamente estresante, salvo momentos puntuales, pero me hace sentir productivo y en cierto modo me gusta, no me puedo quejar.

Entro a las 12 menos cuarto aproximadamente y lo primero que hago es abrir las puertas del bar, en ese momento y solo entonces estoy entrando a mi segunda casa, donde poco a poco voy conociendo los entresijos y sorteando las dificultades como buenamente puedo.
Tras abrir las puertas, encender las luces y la música ( una especie de Kiss FM escocesa, al menos de vez en cuando suena algun tema de Eric Clapton o The Police que me alegran el día) llega el momento de vaciar los cubos de basura del día anterior.
Y digo cubos, en plural, porque en este country el tema del reciclaje se lleva muy a rajatabla: latas por un lado, carton por otro, vidrio transparente, vidrio verde, vidrio marrón, plásticos y basura general, todo tiene su cubo propio.
Luego de comprobar las cámaras frigoríficas, repongo del almacén lo que sea necesario, preparo las mesas y a esperar.

El periodo de comida ( de 12 a 2) es tranquilo, no viene mucha gente lo que me da la oportunidad de hablar con los clientes y poco a poco ir mejorando el idioma.
Una vez ha terminado el ultimo cliente de comer, llega mi lunch time para el que me preparan un sandwich y tengo 20 minutos para poder sentarme un rato en la caravasa y coger fuerzas para la tarde.
El periodo de tres a seis es basicamente estar, ya que lo que es hacer no hago mucho (pero lo cobro, el tiempo se paga) simplemente poner algún café, wisky o pintas a algún descarriado.
Por eso aprovecho este rato para leer, ya que tengo que estar, al menos estar entretenido.
Llegado a este punto veo necesario agradecer al amigo ciclista carabanchelero su consejo, tenias toda la razón: el libro de Trainspotting es incluso mejor que la película, gracias.

Y a las seis y poco comienza la marabunta, empiezan a llegar distintos tipos de personas para la cena ( de 6 a 9):

--> Por un lado los huéspedes, normalmente no británicos, a los que entiendo bastante bien, y con lo que siendo amable y poniendo una sonrisa en cada frase, me llevo buenas propinas, que se note la picaresca castellana.

--> El segundo grupo son los viajantes, dado que el hotel está justo en un cruce de carreteras hay mucha gente de paso.
Todo aquel que vaya de Edimburgo o Glasgow hacia Inverness pasa por aquí, al igual que los que se dirijan hacia las islas del Oeste ( Sky, Lewis, Mull…) o Norte ( Orkney Islands).
Estos pueden ser tanto guiris como foráneos, menos propinas pero normalmente con ganas de charla tras horas de carretera, también me sirve como tip.

--> Por ultimo el grupo que supone un mayor desafío hacia mí, y a la vez a los que más voy conociendo: los foráneos.
Al ser este el único pub en kilometros a la redonda, todos los pastores y gente de Laggan ( y parte de Dalwhinnie y Catlodge) vienen a tomar unas pintas o unos whiskies.
Su acento es extremadamente dificil de entender, posiblemente el más difícil que he encontrado hasta ahora, sin embargo me tratan como a uno más, para algo soy el barman.
Me cuentan sus historias, ya voy sabiendo qué van a pedir antes de que me lo digan, me preguntan sobre las tierras castellanas, sobre mi vida…

En fin, estas son las horas más bulliciosas, en las que no paro ni un solo segundo pero aún así las que más me gustan, cuando noto que voy mejorando tanto oído como pronunciación, cuando estoy a gusto.

Capítulo 2: Camino a Moria, perdón, a Dalwhinnie



Hoy Lunes ha sido mi día libre, cosa que merece ser celebrada: descubriendo un poco más allá.
Con estas he cogido la bici que me prestan para mis paseos y he salido tan feliz dirección al pueblo más cercano: Dalwhinnie.


Justo al lado del hotel hay un cartel que indica que dicho pueblo se encuentra a 7 millas ( unos 12 Km), por lo que haciendo mis calculus mentales he dicho “Sigueruelo - Arcones, más o menos, es factible”.
El ligero detalle que yo no conocía y que he descubierto al llegar al pueblo ( aunque me iba haciendo una idea por el camino) es que es la población más alta de Escocia, premio para mis piernas.
Y digo que algo sospechaba ya que tras pasar las dos primeras cuestas duras a escasas 2 millas de la salida, he visto una valla naranja, como para cerrar un Puerto de montaña cuando la nieve cae en abundancia.
He ignorado el dato intentando mantener mis fuerzas en lo que estaba haciendo, más me valía.


Ha sido un Puerto de montaña en toda regla, estos escoceses no conocen lo que es hacer carreteras en llano… definitivamente no.
Duro, bastante duro pero he llegado tras sufrir un poco y a la vez disfrutar de unas vistas preciosas.


Y lo que he encontrado en este pueblo no puedo explicarlo con palabras… la mayor tranquilidad, el paisaje más bonito que he visto en muchisimo tiempo, y creo que mejor que intentarlo, una imagen ( dos en este caso) vale más que mil palabras.


Aún me encuentro en estado de shock, deseando que otro día libre haga buen tiempo y pueda volver a pasar el día en el lago, solo disfrutando de la paz y las vistas.

Soy un tío sencillo ( a veces), no necesito mucho más para ser feliz.

Foto1 : Mi segundo hogar, la barra.
Foto 2: Mi amiga Mountain Bike.
Foto 3: Mis amigo el Puerto de montaña.

Foto 4: Vistas de camino a Dalwhinnie.

Foto 5: Cartel de entrada a Dalwhinnie.

Fotos 6 y 7: Loch Ericht.( por partida doble, que lo merece).
Sonando: Devotion and desire ( Bayside)

lunes, 7 de junio de 2010

El diario de Vico


Esto cada vez se va pareciendo más y más a un diario, ya no por el contenido que siempre lo ha sido, si no por la forma de escribirlo.
Hasta ahora, entraba al blog y escribia la entrada del tirón, pero esto debe cambiar por causa de fuerza mayor: no tengo Internet desde mi casa/ habitación/ nueva zaburda.

Ahora escribiré offline y cuando tenga la posibilidad iré a la lavandería ( es el punto donde el wi fi funciona mejor) y lo colgaré.
Posiblemente lo escriba en varias etapas, a ratos, cual diario.
Aparte de eso esta vez tocan 4 fotos, es necesario para que os hagais una idea ya que todo el mundo ha visto alguna vez alguna postal londinense (picadilly por ejemplo), pero dudo mucho que los que me leeis hayais visto Laggan ( ni yo sabia lo que me esperaba hasta ayer…).


Domingo: El camino es duro pero merece la pena, no hay duda

Llevo apenas tres horas en esta nueva localización y de momento puedo decir que mejor imposible, esto es lo que yo necesitaba.
El viaje ha sido largo y cansado, más de lo que esperaba gracias a la “maravillosa” red ferroviaria de esta isla…

Salia a las once de la mañana del Domingo de la ya ex-zaburdita, tras una despedida bastante emotiva con los amigos que allí dejo, temporal pero dura, no me gustan las despedidas.

Supuestamente y remarco, supuestamente debería haber llegado con un tren directo hasta Kingussie ( el pueblo con estación de tren más cercano, a 10 millas) a las 8 de la tarde, cosa que ya se hacía infinita…

Pero cual ha sido mi suerte que al llegar a Edimburgo avisan que debido a problemas técnicos el tren ha dejado de funcionar, todo esto por megafonía, una de mis peores pesadillas para entender el idioma junto con el móvil.

Nos ordenan dirigirnos al andén 17 y esperar… una hora y media hasta que han encontado la mejor manera de recolocar a todos los pasajeros y perder el menor dinero posible: Apiñarnos.
Sí, así de lumbreras son estos personajes, nos han metido en otro tren destino a Aberdeen del cual debíamos bajarnos en Perth ( si comprobais en un mapa la vuelta que hemos dado entendereis mejor su privilegiada mente).

Hora y media más en un tren que ya iba lleno de la gente que realmente se dirigía a Aberdeen, asi que los polizones, nosotros, hemos ido de pie en los pasillos, un placer.

Pero ahí no acabó el viaje, dado que Perth no era el destino final, aún me quedaba otra hora y media en bus, esta vez al menos disfrutando del paisaje de las bellas Highlands escocesas.


Eran las 10 y media cuando llegué a Kingussie, llamada a los jefes del hotel para que me fueran a recoger y 40 minutos después al fin estaba en Laggan, el que este verano sera mi hogar.

Lo primero ha sido ver mi casa, y digo casa, no habitación porque es una casa caravana ( como seguramente diría el amigo Hibrarradio: “caravasa”).
Se encuentra dentro de los límites del hotel, pero apartada del edificio, más tranquila imposible, y con unas vistas al monte Monadhliath increíbles.
Se respira una paz, un silencio solo roto por algunos animales que sinceramente añoraba.

La caravana ( asi lo llaman ellos, aunque yo lo veo más bien como una casa prefabricada) tiene un salon con mesa y television ( llevaba desde Febrero sin verla, con la excepción de un par de partidos en el pub), un baño, cocina y habitación, ¿qué más puedo pedir? ( aparte de una escocesa pelirroja, of course).


Lunes: Definitivamente mejor que el yoga


Hoy ha sido mi primer día de trabajo y entro por la puerta grande: con un día libre. Me han dado mi horario y resulta que tengo lunes y miércoles libres, el resto de días de 12 a 9, como un campeón.

Tras la primera noche aquí puedo afirmar que esto es distinto, se nota la gran diferencia con todos los sitios en que he estado anteriormente.

Primero por la latitud, esto está muy al norte y eso influye en las horas de luz solar.

Ayer cuando llegué (remember, a las 10 y 30 pm) me sorprendió que aún no fuera de noche, por lo que fue una de las primeras cosas que pregunté al jefe y esta noche he podido comprobar sus palabras.

Anochece sobre las 11 y 30 y amanece a las 4, aún así no llega a ponerse nunca oscuro al 100%, ni siquiera en un lugar como en el que estoy, en medio de la nada, sin una sola luz de farola, nada, y no es noche cerrada, no en esta época del año ( círculo polar rules!).


Ver todo tan verde, con tantos tonos del mismo, en Junio, es algo bastante impensable y sin embargo cierto.

Aunque todo hay que decirlo, la lluvia ayuda bastante, la misma lluvia que me acaba de dar un aviso: no salgas sin chubasquero, por tu bien, gracias Scotland.



Tras levantarme y tomar una ducha de estas escocesas que o te abrasas o te hielas ( it´s up tu you, again), he salido caminando al pueblo más cercano ( Laggan), un paseo de menos de quince minutos para llegar al “pueblo”.

Se compone de diez casas tirando por lo alto, una oficina de correos y una tienda, no hay más. Y a la tienda iba yo ( al final tengo que hacerme yo las comidas), dirigido por la jefa que me había dicho que había de todo lo que se me ocurriese, pues parece que a ella no se le había ocurrido imaginar aceite, patatas, huevos o cebollas…

Pero bueno, me tendré que apañar cocinando con mantequilla hasta el miércoles, que iré en bici ( me prestan una los del hotel porque aqui no hay ni autobuses ni nada similar) al siguiente pueblo, más grande y espero que con más productos.


El caso es que ha sido volver, cerrar la puerta y empezar a caer una manta de agua como pocas veces había visto… aviso tomado, si está nublado coge el chubasquero, no se me olvida, tranquila Scotland.


Foto 1: Cartel de entrada a Laggan en Gaélico, esto es la Escocia profunda…

Foto 2: Vistas desde mi caravana hacia el Noreste, dirección Newtonmore.

Foto 3: Monadhliath, el hotel con las ruinas de una iglesia celta al lado.

Foto 4: Vista hacia el Oeste, dirección al lago Laggan.

Sonando: End of the Beginning ( 30 seconds to Mars)

miércoles, 2 de junio de 2010

Sin despedida no hay regreso


Hasta la vista London.
Hasta pronto escuadrón somoserrense.
Cm. bac ckopo russian friends.
Vedivi presto italian people.
Hasta la vista lolas.

Hola Escocia.
Hola gente que aún no conozco.
Hola Koru.

El pasado ahí queda, sigo buscando el futuro pero el presente... el presente lo elijo yo.

Foto: Koru terminado
Sonando: Sin Trampas ( Dikers)