miércoles, 14 de abril de 2010

Cortes de pelo y Beigels


Las cosas más básicas es lo que más echo de menos por estos lares, pero aún así todo es acostumbrarse.
Estas últimas semanas se podrían comparar al juego de la oca, visita tras visita y como he sacado un 6 vuelvo a tirar, pero que quede claro, ¡no me quejo!.

La semana pasada tuvimos la agradable visita de las mozas fiorentinas, tiempo de turismo, tiempo de risas e incluso alguna que otra pinta, no se puede pedir más.
Me ayudaron a superar mi trauma con el Subway, he visto que es posible (que no probable) entender lo que dicen estos dependientes escogidos tan selectivamente entre los pakistanies más hábiles del lugar.
Gente que cuando te habla no sabes si te estan preguntando si quieres cebolla o patatas, para ellos todos las palabras son iguales, o al menos para mi oido.
Dada la grandiosa calidad de sus bocadillos, es una gran perdida no entrar a este tipo de establecimientos y disfrutar de su pan blando y comidas precocinadas...

Pero sin darme casi cuenta llegó una vez más el fin de semana, con otra de las famosas Russian parties el viernes.
Todo comenzó de la mejor forma posible, aquí es costumbre que los invitados traigan la bebida a las fiestas en casa ajena, y las amigas rusas trajeron dos botellas del señor Jack Daniel´s.
Como imaginareis, se nos iluminaron los ojos, acostumbrados al paladar afrutado del Teacher´s, wiski que de bueno que es da igual con qué refresco lo mezcles que sabe a lo mismo (un gustazo disfrutar de su buen sabor).
Todo siguió el ritmo natural, una fiesta muy digna podría incluso decir, hasta que de repente todo cambió radicalmente, es lo que tiene la mente femenina, esa gran desconocida.
Sin entrar a dar más datos, puedo decir que era practicamente de día y que por circunstancias ajenas, y tras escuchar una gran discusión en ruso (sé decir 8 palabras, no llego a entender de qué hablaban porque no incluían ninguna de las que conozco), dos de ellas no tenían donde dormir.
Como buenos gentlemen que somos les ofrecimos quedarse en nuestra casa, no estaba el horno para bollos así que la fiesta no tuvo final feliz, ya vendrán mejores.

Tras ese extraño final sentí que el sábado debía salir, y por suerte recibí la llamada del amigo limeño para ir a ver el partido (ni sabía que jugaban la verdad), y dado que él apoyaba al barça, y a mi me daba absolutamente igual, decidí apoyar al mismo team.
Un bar portugués repleto de spanish people, varias cervecillas para hacer más interesante el partido y antes de darme cuenta, ya había terminado.
Y aquí quiero hablar de una cena típica londinense, que fué la que me llevó este señor a probar, deliciosa.
Estoy hablando de los "Beigels" (o "Bagels"), comida rapida a la par que casera oriunda del norte de Brick Lane, entre Aldgate y Liverpool St.
Son una especie de donuts de pan casero rellenos con una de estos dos opciones: salmón y queso o roast beef.
Siendo carnívoro, me lancé por el de ternera y tengo que decir que tras superar el shock inicial (le echan una mostaza bastante fuerte) me encantó, algo no muy caro, sabroso y rápido (como no, la tienda está abierta toda la noche), muy recomendable.

Como adelantaba con la primera frase de esta entrada, las cosas más simples son las que más se echan de menos, por ejemplo un simple corte de pelo.
Mis melenas estaban en posición rebelde, hiciera lo que hiciera al salir de la ducha no había forma humana de no parecer alfalfa.
Por ello tomé la decisión de buscar una peluquería, la más barata a ser posible, que no está la economía para jugar.
Encontré una peluquería regentada por un turco, a buen precio y allá que fuí.
Primer momento complejo: explicarle como quería que me cortara el pelo, no creais que les entra en la cabeza que no deben cortar las lolas (la coleta, para los que entiendan lolas en otro sentido...).
Pero lo conseguí, me cortó el pelo más o menos bien (me ha dejado un poco de tupé, pero no me veia con fuerzas de explicarle de nuevo las cosas, por lo que pudiera pasar), hasta que llegó uno de los momentos más extraños que he vivido en London.
Tras terminar el corte observo por el rabillo del ojo como el turco coge un bastoncillo de los de limpiar la cera del oído, le echa cierto líquido desconocido (opino que era alcohol) y seguidamente le prende fuego.
Al ver que se acercaba un turco puesto de té hasta los pechos (se tomó 2 o 3, solo durante mi corte de pelo) con esa mini-antorcha me imaginé lo peor... la teína ablanda el cerebro y este hombre lo debía tener cual gelatina.
Pero no fue para tanto, simplemente me golpeó dos veces en cada oreja con este improvisado fuego y lo apagó.
La única teoría que me parece factible es que sirva para quemar los pelos de las orejas, tratandome como un viejuno cualquiera, aún con todo esto, fue barato y medianamente digno así que ya tengo peluquería de confianza.

La primavera poco a poco va llegando a Hackney, se nota en el clima, en los árboles y especialmente en mí mismo.
Me siento activo, con ganas de descubrir London, de trabajar duro para llegar a donde quiero llegar.
Empiezo a saber lo que quiero, solo necesito encontrarlo, pero para ello estoy aqui, muchas opciones, distintos caminos, pero el mismo fin.
El plan sigue su curso, poco a poco, lento a la par que inseguro, solo queda esperar.

En tres dias llegan visitas, y no cualquiera, sino la de algunas de las personas que más echo de menos, va a estar bien estoy seguro, de esto sí.

Foto: Beigel´s shop en Brick Lane
Sonando: The rest of my life (Less Than Jake)

1 comentario:

  1. Muy buenas!!!!! Perdona el retraso pero llevo unos dias que nu paro......
    Lo de las rusas... Creo que ya se por discutieron.... No se ponian de acuerdo en quien dormia con nuestro apuesto castellano y se pelearon como gatas salvajes... Jajajajajaja..... El tema del peluquero.... ehm..... Que sentido tiene eso?? Informate anda, a ver si te has convertido a alguna religion y no te has dado ni cuenta, que en estos tiempos que corren no saben ni como captar fieles. XD
    En menos de una semana y si los volcanes lo permiten (espero que si...) nos vemos in the rural house!!! Asique prepara tus artilugios y cuenta conmigo para tus malevolos planes... jejeje... Un abrazo tiooo!

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