Ahora me encuentro escribiendo desde una habitación a 2500 kilómetros de donde hoy debería estar: dando el último (o no) concierto de un proyecto que apuñalaron por la espalda desde dentro (y desde fuera, para que engañarnos).
Al saber la gente que me rodea que estaba suspendido me preguntaban lo mismo: ¿Por qué lo habeis suspendido?
Y a todos respondí lo mismo, lo que desde aquí quiero que todos los que leeis este blog sepais, yo NO he suspendido ningún concierto ya que yo me enteré de que no lo íbamos a dar (una vez más no a la cara) y el "supensor" nunca, y enfatizo, NUNCA me preguntó qué pensaba.
Aunque todo tiene su lógica, ya que todas las decisiones estaban tomadas de hace más tiempo del que me quieren hacer creer, que nadie podrá negarme que 6 personas han matado la ilusión de otras 3 (no me he equivocado al contar, ya que todos han demostrado lo "puro" que para ellos era este proyecto).
Y como no quiero hablar más, a esas 6 personas les dedico solo dos palabras: "Bon voyage".
Esta siendo un finde cuanto menos extraño, por un lado cada día estoy más asentado en la city, creo que voy encontrando mi sitio.
Tengo bastante lía ya que estoy yendo a unas conferencias sobre la utilización de la música y los efectos para conseguir las emociones deseadas en una película.
Esto me vendrá bien para el proyecto siciliano del que aún no doy mas datos porque no los tengo.
Por otro lado tengo un nudo en el estómago que no consigo quitarme, el saber que ahora mismo podría estar en tierras castellanas haciendo lo que más me gusta en este mundo, y ni siquiera he tenido la oportunidad de hacerlo por última vez.
Sé que volveré, no se ni cuando, ni como, ni con quien pero no será lo mismo.
Como dijo un buen amigo, esto es como la primera novia que aunque luego encuentres otra y todo te vaya bien, esa sensación siempre queda, aunque en este caso casi no paso por el arco detector de metales de los cuernos que me traía...
Y tras este monólogo interior en el que soltado bastante lastre (no todo, ese ya le soltaré uno por uno), viene la buena noticia, que siempre me gusta dar una.
Puedo decir que he dado el siguiente paso para ser un londoner cualquiera, y no, no me he empadronado, ni tomo té, ni he empezado a echarme la salsa marrón en los sandwiches (mieda me dá lo que pueda tener, aún no me he atrevido a probarla...).
¡Ya tengo bici!
Ya me muevo por la ciudad conduciendo por la izquierda, con lluvia, con los autobuses de dos pisos pegados al bullate, y ¡tan a gusto!.
Y no es por ser excesivamente optimista, que bastante mala impresión tengo de mi mismo yo, pero hoy estaba parado en un semáforo con mi bike y me han dicho dos inglesas: "Congratulations! Thanks to you we´re saving the planet" (¡Enhorabuena! gracias a tí estamos salvando el planeta), que no es que sea gran cosa, pero al menos me han hablado dos inglesas (un poquito de las que gustan a "Montes de oca" pero bueno)
Y con esta anécdota optimista ( como mi actitud), cierro una actualización más, ¡Gracias a todos los que estais aún ahí!.
Foto: Mi flamante bicicleta, en casa de su anterior dueño
Sonando: Buried in lies (As We Fight)